jueves, 9 de junio de 2011

Pacto de Varsovia...

El Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua, llamado habitualmente Pacto de Varsovia, fue un acuerdo de cooperación militar firmado en 1955 por los países del Bloque del Este. Diseñado bajo liderazgo soviético, su objetivo expreso era contrarrestar la amenaza que suponía el establecimiento, en 1949, de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y en especial el rearme de la República Federal Alemana, a la que los acuerdos de París permitían reorganizar sus fuerzas armadas.
El ámbito del Pacto de Varsovia abarcaba todos los estados socialistas de Europa del Este, a excepción de Yugoslavia sobre la que, pese a todo, se ejerció una poderosa influencia, es decir, Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, la República Democrática Alemana, Rumania y la Unión Soviética; hasta 1962 la República Popular China estuvo afiliada como observador. Fue firmado en la capital polaca el 14 de mayo de 1955, siendo Nikita Jrushchov primer secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética.
Los estados del Bloque del Este mantenían ya, antes de la firma del tratado, una estrecha relación militar con la Unión Soviética, cuyo ejército había acometido su liberación durante la Segunda Guerra Mundial, del mismo modo que las fuerzas estadounidenses y británicas lo habían hecho en Alemania Occidental, Austria, Bélgica, Italia, Francia y Grecia. La profunda influencia ejercida por la Unión Soviética en el bloque había sido percibida como un desafío por las otras potencias aliadas, que consideraban la expansión del comunismo como una amenaza inmediata al régimen político y económico dominante en Europa. La polarización entre la órbita estadounidense —que con el establecimiento de la OTAN rompió su secular tradición de aislamiento militar— y la soviética sería el carácter determinante de los cuarenta años de la llamada Guerra Fría


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